La seguridad, sin duda, uno de los elementos más importantes a la hora de comprar un coche. Uno de esos apartados que habría que revisar al milímetro antes de decidir adquirir cualquier tipo de vehículo. Pero… ¿Sabías que existen dos tipos de sistemas de seguridad? Pues así es, por un lado tenemos la seguridad activa, y por otro la pasiva.

La seguridad activa hace referencia al conjunto de sistemas y tecnologías que ayudan a prevenir y evitar que suframos un accidente. Si no se puede evitar, entonces entran en juego los sistemas de seguridad pasiva, que trataran de reducir al mínimo las consecuencias provocadas y proteger a los ocupantes del vehículo.

Seguridad activa

Empecemos por el principio y veamos esa serie de elementos que forman parte de la seguridad activa y ayudaran a reducir las posibilidades de sufrir un accidente. Aquí, como puedes imaginar, interviene todo aquello que hace que el coche se comporte bien en la carretera. Hablamos, principalmente, de:

  • Neumáticos
  • Suspensión
  • Frenos
  • Dirección
  • Sistema de iluminación

Un  buen diseño y una adecuada puesta a punto del chasis del vehículo es fundamental. Pero antes que eso se encuentran esas partes del coches como los neumáticos, los frenos o la suspensión, que necesitan revisiones periódicas para saber que están en buen estado y no han perdido sus propiedades, algo que sucede muy progresivamente, por ejemplo, con los amortiguadores.

Además, para facilitarnos la conducción y tratar de disminuir los accidentes que se producen, por ejemplo, por distracciones al volante, se encuentran los sistemas de ayuda a la conducción, más conocidos como ADAS. Entre estas ayudas las más comunes son el control de carril, la alerta por colisión o la asistencia en la frenada. Sin olvidarnos de sistemas como el ABS y el ESP, ya hoy en día de serie en todos los coches nuevos, que son clave a la hora de reducir las posibilidades de sufrir un accidente.

Está en nuestra mano verificar el estado de elementos como los neumáticos. Además de comprobar cada cierto tiempo como se está produciendo el desgaste, es importante verificar, al menos una vez al mes, que la presión sea la correcta. Es algo que podemos hacer cuando vamos a la gasolinera a repostar, tardamos poco y es por nuestra seguridad… y por la del resto de usuarios con los que compartimos la carretera. Tampoco debemos dejar de lado pasar por el taller y no confiar todo a la inspección técnica (ITV) para la correspondiente revisión de amortiguadores, frenos o sistema de dirección.

En cuanto a las ayudas a la conducción ADAS, la lista que ofrecen los fabricantes es enorme, conviene estudiar bien la disponibilidad e invertir en seguridad cuando compras el coche, por encima de unas llantas más bonitas, un techo panorámico o una tapicería más exclusiva.

Seguridad pasiva

En la seguridad pasiva encontramos todos esos componentes que nos ayudan a que una vez hemos sufrido el accidente, este tenga las menores consecuencias para nosotros y el resto de los ocupantes. Todos estos sistemas van evolucionando y mejorando a medida que la tecnología avanza, así que es probable que lo que hoy vemos como un elemento de poca importancia, en unos años sea mejorado y ayude más aun a la hora de salvar vidas.

Entre los elementos de seguridad pasiva encontramos lo siguiente:

  • Cinturón de seguridad
  • Chasis deformable y carrocería
  • Airbag
  • Reposacabezas
  • Cristales

Estos, han ido evolucionando con el paso del tiempo. Por ejemplo, los cristales están fabricados de tal forma que en caso de accidente la luna delantera no se astille y haga que los ocupantes sufran daño. Las carrocerías cada vez absorben mejor los impactos y gracias a esto las personas en el interior del vehículo van más seguras y protegidas. Los cinturones cuentan con pretensores que se activan para mejorar su eficacia, y cada vez los coches tienen más airbags.

La seguridad pasiva también debe ser revisada cada cierto tiempo, ya que de esta manera descubriremos si alguno de estos elementos está dañado (chinazos en el cristal, cortes en el cinturón de seguridad…) y en caso de que lo esté deberemos reemplazarlo inmediatamente para que no pierdan eficacia.