Opel Crossland

Pese a que Opel está dando sus primeros pasos hacia lo eléctrico, de momento el Crossland X no entra dentro de ese selecto grupo de modelos capaces de incluir entre sus opciones una variante eléctrica. No obstante, la firma alemana se ha cerciorado de ofrecer una equilibrada gama de motores de la mano de su SUV más modesto.

Gasolina

• 1.2 81 CV | Manual 5 velocidades 4×2
• 1.2 110 CV | Manual 6 velocidades 4×2
• 1.2 130 CV | Manual 6 velocidades 4×2 | Auto. 6 velocidades 4×2

Diésel

• 1.5 102 CV | Manual 6 velocidades 4×2
• 1.5 120 CV | Auto. 6 velocidades 4×2

Dentro de la oferta de propulsores del Opel Crossland X nos encontramos con tres opciones gasolina y con dos diésel. En función del acabado seleccionado -de los cuales os hablamos más adelante-, podremos optar entre caja manual o automática y entre diferentes niveles de potencia.

Dentro de los gasolina nos encontramos con la variante más modesta de todas representada a través de un propulsor de 1.2 litros atmosférico con inyección indirecta y tricilíndrico capaz de producir 81 CV. Esta opción tan solo está disponible con cambio manual de cinco velocidades. En caso de que demandemos más potencia, siempre podremos optar por la versión intermedia, la cual cuenta también con un motor de tres cilindros y misma cilindrada pero en esta ocasión sobrealimentado por turbo, lo que le permite ascender la cifra de potencia hasta los 110 CV. Su gestión se llevará a cabo única y exclusivamente a través de una caja manual de seis relaciones.

Por último y cubriendo el escalafón más alto se encuentra el mismo propulsor turbo de 1.2 litros y tres cilindros, solo que en esta ocasión produciendo 130 CV. Dicho motor se puede asociar tanto a una caja manual de seis velocidades como a una automática tipo convertidor de par y mismo número de relaciones.

Entrando ya en la gama diésel, Opel nos ofrece un mismo motor para el Crossland X pero rindiendo dos niveles de potencia distintos. Se trata de un propulsor de cuatro cilindros, 1.500 cc y sobrealimentado por turbo capaz de producir 102 y 120 CV. En el caso de la opción más modesta tan solo podremos optar por una caja manual de seis velocidades, mientras que la variante más potente no se podrá equipar con otra que no sea la transmisión automática.

A rasgos generales, el Opel Crossland X es un coche cumplidor, con un comportamiento más firme de lo que uno espera a priori y dispuesto a permitirnos desplazarnos tanto por ciudad como por autopista sin problema alguno. Los balanceos de la carrocería se contienen con diligencia gracias a un tarado de la suspensión algo duro -pero sin llegar a ser incómodo-, y el único componente que no destaca especialmente es su caja de cambios automática, siendo preferible optar por la manual.

Pese a que PSA ha intervenido en el desarrollo del Crossland X, lo cierto es que Opel ha conseguido mantenerlo fiel a sus principios. Esto lo vemos reflejado en su habitáculo, donde la sobriedad lleva la voz cantante y provoca que nos encontremos con un interior serio, relativamente bien rematado y sin grandes alardes. Una pantalla de 7 pulgadas con conexión con Apple CarPlay y Android Auto roba todo el protagonismo, ya que, de momento, la instrumentación sigue siendo analógica.

Nos encontramos con un coche en la media del segmento con 4,21 metros de largo, 1,60 de alto y 1,76 de ancho, medidas que se encuentran arropadas por un maletero de 410 litros -1.110 si abatimos los asientos-. Su espacio interior es generoso, pero debido a una caída del techo bastante pronunciada nos encontraremos con un espacio libre para la cabeza algo limitado, sobre todo para aquellos pasajeros que superen el 1,80.

Opel ofrece tres niveles de equipamiento para el Crossland X, un vehículo que destaca por contar con ciertos elementos poco frecuentes en el segmento de los SUV pequeños, como por ejemplo el volante calefactado. Edition, Opel 2020 e Innovation son las tres versiones que se pueden escoger para darle vida, y en todas ellas varia el equipamiento de serie y los motores disponibles.

En el caso del acabado Edition, nos encontramos con elementos como asistente de salida en cuesta, control de crucero adaptativo, luces automáticas, faros halógenos, luces diurnas LED, retrovisores exteriores eléctricos, térmicos y plegables manualmente, alerta de cambio involuntario de carril, detector de señales de velocidad, volante multifunción y llantas de 15 pulgadas entre otros.

El acabado Opel 2020 implica un desembolso de 2.580 euros, ofreciéndonos a cambio un equipamiento de serie más generoso protagonizado por cámara de visión trasera y sensores de aparcamiento, volante forrado en cuero, faros traseros y delanteros LED, parabrisas reflectante del calor, paragolpes en bicolor, retrovisores eléctricos, techo bitono en color negro, llantas de 16 pulgadas, cuadro de instrumentos segmentado y sistema de infoentretenimiento R 4.0 IntelliLink.

Por último, el acabado Innovation nos obliga a afrontar un pago de 1.500 euros respecto al acabado Opel 2020. Es con este nivel de equipamiento donde nos encontramos elementos como control automático de luces con detección de túneles, espejo interior electrocromático, luz interior ambiente con puntos de lectura y luz LED, sensor de lluvia, sistema de apertura y arranque sin llave Open & Start y climatizador digital bizona.

Sin lugar a dudas, el Grupo PSA está desarrollando algunos de los modelos más llamativos de sus correspondientes segmentos, siendo el Peugeot 2008 un claro ejemplo de ello. Y es que el SUV francés es primo hermano del Opel Crossland X, modelo que muy pronto sufrirá su pertinente actualización. Mientras tanto, la actual generación es muy buena opción y su retirada hará que el precio se ajuste, pero esto no le exenta de encontrarse con algunos rivales muy duros en el mercado.

Alternativas Opel Crossland X

• Dacia Sandero
• Toyota Corolla
• Nissan Qashqai
• Hyundai Tucson
• SEAT Arona