Si las ventas de coches de nueva matriculación han tenido en el recién finiquitado año uno de los más lúgubres que se recuerda y de los que se tiene registro, el sector de la compra y venta de vehículos usados no ha sido ajeno a la tendencia cerrando el año con un balance general de transacciones negativo.

Así, según los datos que ha aportado la patronal de concesionarios, Faconauto, a través de la consultora MSI, son rotundos: en 2020 se han dejado de vender más de 200.000 automóviles y vehículos 4×4 respecto de los registrados en 2019.

En total de 1.811.818 coches usados censados han cambiado de propietario a lo largo del ejercicio pasado, frente a los 851.211 que inscribieron sus datos por primera vez en los registros de Tráfico.

Mientras que la caída de vehículos de nueva matriculación ha supuesto un comparativo del -32,3 por ciento, los de segunda mano han padecido un agravio del -13,8 %.

Todos los grupos sufren caídas, salvo algunos segmentos

Y no nos referimos a la venta de SUV que, a pesar de ser uno de los segmentos más codiciados, tanto entre los vehículos de nueva matriculación como los usados sino en cuanto a grupos de edades, carburantes o esquemas mecánicos y canales de venta.

El único grupo, por longevidad respecto de su matriculación, que no solo ha aguantado el tipo sino que ha crecido ligeramente ha sido el conjunto de vehículos de entre 3 y 5 años. Con hasta 189.425 ejemplares vendidos y comprados en 2020, esta cantidad supone un 3,4 por ciento más que los que se vendieron en 2019. Cabe señalar que este segmento de edad es el que atiende, principalmente, los concesionarios, lo que significa que este canal en sí mismo solo, supone una quinta parte del total de los coches de segunda mano comercializados.

Y si de edades se trata, los coches usados a la venta en 2020 siguen envejeciendo el parque móvil global ya que, este grupo sigue aumentando tanto tanto en edad como su importancia. De hecho, más de un millón de automóviles y vehículos 4×4 con más de 10 años han cambiado de dueño, eso sí, un 13,6 por ciento menos que en 2019.

Continuando con las caída, los coches diésel siguen perdiendo terreno, incluso entre los coches usados ya que han perdido un 17,4 por ciento de ventas frente a las alcanzadas el año anterior, pero también padecen un crecimiento negativo del 12,3 por ciento los de gasolina.

En contrapunto, los coches eléctricos crecen un 66 %, a continuación los híbridos ligeros o mild-hybrid con propulsores diésel, con un 176 por ciento, pero el grupo que mayor aumento ha supuesto con más del doble es el de los híbridos suaves con motor principal animado de gasolina, cuyo aumento de ventas ha ascendido hasta el 206 %.

Finalmente, el motor que ha tirado de las ventas de coches de segunda mano ha sido el canal renting que, además de crecer un 14 por ciento, ha sido el único con balance positivo, al contrario que el canal de los ‘rent a car’ con un -20 %, los compra-venta y particulares, sendos con el mismo porcentaje que el renting pero, a diferencia de éste, en negativo.