Opel Mokka Electric

Bajo el capó delantero del Mokka-e encontramos un motor eléctrico de 136 CV y un par máximo de 260 Nm, que permite al SUV de Opel acelerar de 0 a 100 km/h en 9 segundos, y alcanzar una velocidad máxima de 150 km/h, limitada electrónicamente. Puede parecer poca potencia, sobre todo frente a otras opciones en la categoría que ofrecen dos variantes de motor y superan los 200 CV. Pero la inmediatez de respuesta al acelerador y la entrega de par desde muy bajas vueltas permiten al Mokka-e moverse con la misma agilidad o superior a la de las versiones de gasolina equivalentes, incluso a pesar de los kilogramos extra que supone el sistema de propulsión eléctrico.

El Mokka ofrece la posibilidad de elegir tres modos de conducción, denominados Normal, Eco y Sport. En el modo más orientado a la eficiencia se limita la potencia del motor para favorecer el consumo de energía, aunque en cualquiera de los diferentes programas, al pisar el acelerador a fondo, se cuenta con todo el empuje disponible.

La batería, de 50 kW de capacidad, está situada bajo el piso del habitáculo y proporciona una autonomía ligeramente superior a los 320 km. Utilizando un poste de recarga rápida de 100 kW, la máxima potencia que admite el Mokka cuando se utiliza corriente continua, se puede pasar del 20 al 80% de capacidad en apenas media hora. El cargador de a bordo incluido en el equipamiento de serie es de 7,4 kW, y opcionalmente se puede instalar uno de 11 kW, con un precio de 1.550 euros.

La apuesta por la digitalización que ha realizado Opel en el Mokka no deja de ser sorprendente. El puesto de mando en las versiones más equipadas y sofisticadas puede contar con hasta dos pantallas colocadas una a continuación de otra: la de la instrumentación, con 12 pulgadas, y el display táctil del sistema multimedia, con 10 pulgadas. Aun así, es de agradecer que Opel siga ofreciendo botones físicos para manejar algunos sistemas sin pasar por la pantalla táctil, como la climatización o el equipo de audio.

La consola central entre los asientos queda muy limpia y libera mucho espacio, al prescindir de la clásica palanca de cambios.

La habitabilidad en el caso de la versión eléctrica es equivalente a la del Mokka con motores de combustión, que podemos calificar de buena para el tamaño exterior del coche. Únicamente el maletero se ve algo mermado, perdiendo unos 40 litros, para quedarse en 310. No está nada mal, sobre todo teniendo en cuenta que no es el Mokka-e un coche pensado para largos viajes con pasajeros y equipaje.

A la hora de comprar un Opel Mokka-e, o de considerar su precio para saber si interesa frente a las versiones térmicas, conviene tener en cuenta que a los precios finales con descuento se puede añadir la ayuda a la compra del Plan Moves II, que puede llegar hasta los 5.500 euros, como máximo.

Antes de ayudas a la compra, pero teniendo en cuenta los descuentos que ofrece Opel, que van desde los 2.500 euros para el acabado de acceso a la gama, y llegan a los 4.000 euros en el resto, los precios finales sin posible descuento añadido por financiar la compra quedarían así:

• Mokka-e Edition: 33.400 euros
• Mokka-e GS Line: 33.900 euros
• Mokka-e Business Elegance: 34.900 euros
• Mokka-e Ultimate: 38.600 euros

Aquí también se incluyen los 500 euros de la pintura metalizada, que hay que elegir de forma obligatoria –y pagar aparte– al configurar el coche.

Las distintas versiones de acabado coinciden en su dotación de serie con las del Mokka con motor de gasolina. En algunas versiones se puede optar por la combinación de pintura bitono en color de contraste no solo para el techo, sino también para el capó.

Para el lanzamiento, Opel ha preparado una versión Mokka-e First Edition, que está disponible reservando desde la página web de la marca previa reserva de 30’0 euros. Su precio es de 37.490 euros, unos 600 euros más que el Ultimate, con un equipamiento completísimo que compensa de sobra ese sobreprecio. Son de serie, por ejemplo, los faros matriciales IntellLux LED, la elegante tapicería en Alcantara, la cámara trasera panorámica, el cargador inalámbrico para el móvil, la carrocería bicolor con techo y capó negro y el cargador de 11 kW.

Hablar de posibles alternativas del Mokka en su versión eléctrica es hacerlo de dos coches de las otras dos marcas del grupo PSA: el DS-3 Crossback E-Tense y el Peugeot e-3008. No es casualidad, por lo tanto, que bajo tres carrocerías de diseño tan diferente, se esconda la misma plataforma y el mismo sistema de propulsión.

El resto de posibles competidores, otros dos “primos-hermanos” entre sí, el Hyundai Kona Eléctrico y el Kia e-Niro. Y no podemos olvidarnos de otro SUV eléctrico de carácter urbano, que encaja por precio como alternativa a todos los mencionados: el Mazda MX-30.

Entre todos ellos, el Mokka es de los que ofrece un carácter más juvenil y desenfadado, frente al refinamiento y elegancia del MX-30. Aunque el Opel tampoco deja atrás los aspectos prácticos por los que destacan los dos modelos coreanos.

Alternativas Opel Mokka-e

• Dacia Sandero
• Toyota Corolla
• Nissan Qashqai
• Hyundai Tucson
• SEAT Arona