El cambio automático ha pasado de ser un extra a una obligación, de un elemento opcional a no ofrecerse otra alternativa y todo por unos motivos muy claros: la ley de la oferta y la demanda. Desde TopVentasCoches.com vamos a dar las claves de por qué la industria de la automoción, de la mano de su clientela y, a tenor de la coyuntura ambiental y tecnológica, ha inclinado la balanza por la expansión de las cajas de cambio automáticas en detrimento de las tradicionales y manuales.

Las cajas automáticas fomentan la comodidad al volante

Quien ha probado un coche con un motor concreto asociado a una caja de cambios manual y, a la vez, el mismo coche equipado con el mismo propulsor pero vinculado a una automática no podrá negar que, prescindir del pedal de la izquierda y olvidarse de empuñar la palanca de cambios es infinitamente más cómodo que realizar el juego mano derecha-pie izquierdo.

En situaciones como retenciones o tráfico denso o urbano, el contar con un cambio robotizado reduce el estrés y la actividad física que el engranaje manual de una velocidad, por ejemplo, de punto muerto a primera, de manera constante, supone, aliviando a así quien comanda el vehículo.

Un coche automático aumenta la seguridad vial

Además, durante la conducción en una situación de fluidez, permite concentrarse solo en el manejo del volante y del acelerador o el freno, sin tener que llegar a dejar el control del coche a una sola de las manos por necesitar la otra para engranar la marcha deseada.

Al tener las dos manos el el volante, es más seguro conducir un coche con caja de cambios robotizada que uno que requiere soltar el volante. Cabe señalar que, si bien es cierto que la maniobra del cambio de marcha se contempla como uno de los motivos por los que es posible sujetar el volante con una de las dos manos, sí que es susceptible de recibir una multa por conducir con una sola mano cuando no está justificada la liberación de una de ellas.

Las cajas automáticas son más eficientes

Y, si bien hablamos de la eficiencia en cuanto al gasto de consumo, ergo, a la reducción de la emisión de dióxido de carbono que, actualmente, asfixia tanto al medioambiente como a la industria, otro de los motivos por los que cada vez hay más coches con cambio automático también se debe a que la transición entre velocidades, la gestión de engranaje y trabajo en un régimen óptimo que ofrece la confianza en la electrónica que establece la relación adecuada según la conducción, también reduce el tiempo invertido entre una velocidad y otra.

Los ejemplos más patentes los encontramos entre los fabricantes de vehículos deportivos de altas prestaciones han pasado de los cambios manuales a los automáticos, incluso rompiendo con la tradición, y que se ha sido debido porque sus coches equipados con cajas robóticas realizan unos cambios de marchas más rápidos que los que cualquier humano podría realizar con una caja manual, independientemente de la polémica que pueda acarrear la conducción más extrema prescindiendo del cambio manual.

El cambio manual es una ‘especie’ en extinción

Cual pescadilla que se muerde la cola, los fabricantes promueven los automóviles con cambios robotizados mientras que la clientela de los coches con cajas automáticas aumenta cada año, por lo tanto, cada vez se reducen más las opciones o variantes de coches con caja de cambios manuales independientemente que, antaño, equipa una robotizada era sensiblemente más cara que la manual, tendencia que empieza a revertirse por la propia demanda y oferta.

Esto supone que, en un considerable número de modelos, ya no haya ni siquiera la opción de elegir la caja manual por lo que, la oferta de coches con cajas automáticas aumenta significativa y anualmente colándose las variantes automáticas por delante de las manuales en los listados de coches más vendidos.