Las matriculaciones de turismos y todoterrenos han crecido en noviembre un 10,3%, consiguiendo 73.221 unidades. El mercado nacional encadena su cuarto mes de aumento, pero a pesar de esta tendencia sigue por debajo de los registros del año
anterior, acumulando una caída del 4,4% hasta las 739.469 nuevas matriculaciones y de igual modo es un 36% inferior al mismo periodo de 2019 antes de la pandemia.

La incertidumbre económica, marcada por la subida de la inflación y la crisis de los microchips, que condiciona el stock de modelos en los concesionarios, siguen siendo los principales factores que determinan el ritmo de ventas. Las emisiones medias de CO2 de los turismos vendidos en noviembre se quedan en 120,4 gramos de CO2 por kilómetro recorrido, un 0,3% superior que la media de emisiones de los turismos nuevos vendidos en el mismo mes de 2021. En el acumulado del año, las emisiones se han reducido un 3,3% en comparación con el mismo periodo acumulado del año anterior.

El canal de los alquiladores lidera las ventas

En cuanto a las matriculaciones por canales logran una mejora general en línea con el mercado. El mayor aumento se registra en el canal de alquilador, que obtiene un crecimiento del 79,7% y un total de 5.804 unidades, dado que está realizando compras de cara a la campaña navideña. Por su parte, las ventas dirigidas a empresas alcanzan las 31.641 unidades, con una subida del 10,1%. Mientras que las matriculaciones en el canal de particulares logran un moderado crecimiento del 3,9%, con un volumen de 35.776 unidades.

Para el director de comunicación y marketing de Anfac, Félix García, ha explicado que «las ventas de turismos y todoterrenos encadenan su cuarto mes de crecimiento, cerrando noviembre con un aumento del 10,2%. Es un dato positivo y que indica que el año puede terminar en torno a las 820.000 nuevas unidades vendidas. De todos modos, todavía nos situaremos por debajo de los datos de 2021 y lejos de los registros obtenidos prepandemia, por encima del millón de unidades vendidas. La crisis de los
microchips y la fuerte inflación que estamos viviendo en los últimos meses son, a pesar del crecimiento de estos últimos cuatro meses, factores que determinan el rimo de un mercado nacional a la baja y que necesita seguir acometiendo el necesario avance hacia los vehículos de bajas y cero emisiones. Es la única vía para reducir la elevada edad del parque y así eliminar los vehículos de más de 15 años por unos nuevos que contribuyan a la descarbonización y sean más seguros».

Para Faconauto, es importante que «los datos de matriculación de vehículos de noviembre confirman el peor escenario para el cierre de este ejercicio, que rondará con suerte las 820.000 unidades comercializadas, algo que nos retrotrae a la crisis de 2008. También confirma el diagnóstico que venimos haciendo: el principal problema que ha seguido arrastrando el mercado son los cuellos de botella en el aprovisionamiento de vehículos, a lo que se ha unido el fuerte incremento en el precio de los combustibles, que ha desmovilizado muchas ventas. Además, nos hemos visto muy mediatizados, como la mayor parte de los sectores, por una caída del consumo de las familias por la escalada de la inflación, el incremento de los tipos de interés y una incertidumbre generaliza que reduce la intención de adquirir un vehículo por parte de los hogares. En corto plazo, sólo una mejora en el aprovisionamiento del stock de los concesionarios y un cambio de tendencia en el precio de la gasolina puede empezar a aliviar un mercado que encara el año 2023 con mucha incertidumbre».

Según la directora de comunicación de Ganvam, Tania Puche, «al contrario de lo que veíamos años atrás, el “Black Friday” prácticamente no se ha utilizado como percha comercial para impulsar las matriculaciones en el mes de noviembre. Esto es porque las redes de distribución no están en disposición de jugar la baza de los descuentos en un momento en el que la falta de stock y la subida de los costes energéticos y de materias primas presiona al alza el precio medio de los vehículos. En este contexto, la debilidad de las compras de particulares sigue siendo la tónica del mercado, lo que empujará a cerrar el ejercicio con un volumen inferior incluso al de 2021, encadenando tres años bajo mínimos».