Una de las mayores obsesiones y de las mayores preocupaciones para los usuarios menos habituados a utilizar un coche eléctrico es la de ahorrar el máximo de energía eléctrica conduciendo. Cuando más se recurre a un automóvil de la nueva era de la automoción, uno se percata de que, de entrada, la autonomía suele ser siempre suficiente para los quehaceres diarios y, según, es raro quedarse sin batería si se está pendiente al remanente disponible, tal y como sucede cuando se hace lo propio con un vehículo con motor tradicional.

Al igual que repasamos los consejos para ahorrar gasolina o gasóleo, ahora hacemos lo propio respecto de cómo conducir de manera eficiente un coche eléctrico que, si bien es cierto pueden aplicarse la mayoría de las sugerencias aportadas en el artículo citado, pueden aumentarse con los siguientes.

Planear la ruta antes de iniciar el viaje

Actualmente, el arsenal de tecnología presente en los coches de nueva hornada se apoyan en la conectividad, en la información en tiempo real. Esto permite modificar el trayecto cuando una circunstancia sugiere un contratiempo.

Desde el uso de aplicaciones propias del coche a las que podemos instalar en nuestros teléfonos inteligentes, planificar la ruta permite un uso más eficaz de la fuente energética a la que se recurra que, si bien es cierto que para este texto nos preocupamos por conducir de una manera eficiente un coche eléctrico, establecer una hoja de ruta, sobre todo en viajes de largo recorrido o antes de que se llegue al máximo de autonomía del automóvil, anticipando paradas donde poder realizar una recarga intermedia, no solo permitirá disponer de más kilómetros por recorrer sino de recurrir menos a la conexión a un puesto de carga.

Mantener la carga de la batería siempre al máximo

Antes de iniciar el viaje, ya sea el habitual del día a día, hasta uno fuera de las rutinas, es recomendable, además de programar las horas de recarga del coche durante las posibles ‘horas valle’ de las tarifas eléctricas, mantener siempre el nivel óptimo de carga del acumulador de batería.

Además de esto, para no desperdiciar energía eléctrica o consumir más de la necesaria, gracias a las gestiones remotas que permiten muchos de los coches eléctricos, es posible y recomendable climatizar el vehículo antes de usarlo y, si puede ser cuando se halle conectado a la red de recarga, mejor.

El uso del climatizador durante el uso, aunque necesario, puede suponer una amenaza para la autonomía del coche eléctrico e, igualmente que se recomienda acondicionar el ambiente del habitáculo del vehículo, a una temperatura moderada de unos 21 ó 22 grados centígrados.

Evitar recurrir al coche un cargador portátil

Otro consejo para aumentar la autonomía del coche eléctrico es no recurrir al automóvil como un acumulador o batería de emergencia de otros dispositivos. Cargar un teléfono móvil, una tableta, una cámara de fotos, un portátil… puede afectar significativamente la capacidad de recorrido del propio coche.

Si bien, un dispositivo electrónico cargándose de la batería de un coche con motor tradicional que se encuentra apagado puede ser una de las causas más habituales para tener que llamar a la grúa, uno de los motivos por los que se puede reducir sensiblemente la autonomía de un coche eléctrico es su uso como fuente energética de otro aparato que recurre a la electricidad para su funcionamiento.

Utilizar el modo de conducción más coherente

De entrada, la configuración estándar de los coches eléctricos suele ser la más conservadora. Conscientes de la coyuntura en la que se desarrolla actualmente la comercialización y uso de los automóviles eléctricos, los fabricantes establecen configuraciones de respuesta del motor según la situación de la conducción pero, en líneas generales, por defecto, estos vehículos inician su actividad en modo ECO o normal, que suele ser un set-up conservador.

En cualquier caso, el modo ECO o más modesto suele permitir disponer de la mayor autonomía en detrimento, en algunas ocasiones, de la potencia del motor o, incluso, de reducir el confort durante el uso si, llegado el momento, se restringe o cesa el sistema de uso de la climatización.

En cualquier caso, tampoco es beneficioso el uso de un modo siempre preservador en situaciones que la conducción requiera un mayor aporte energético. Por ejemplo, no es recomendable realizar un adelantamiento en carretera secundaria con el modo más conservador, ni por seguridad propia o ajena ni por eficiencia en el uso de la energía.

Anticiparse a la actividad del tráfico

La regeneración energética es clave en la autonomía del vehículo eléctrico. Los diferentes sistemas que los constructores afligen a sus productos ofrecen diferentes modos, rangos y funciones según el modelo, uso y tecnología.

Lo que es una tónica a seguir en cuanto a conducir de manera eficiente un coche eléctrico es que, adelantar ciertas actividades en un automóvil de esta naturaleza permite, o bien regenerar energía, o bien reducir el uso de electricidad.

Anticiparse a la necesidad de acelerar o decelerar o parar haciendo uso de los sistemas de aceleración o ‘pedal único’ o freno regenerativo fomenta la vuelta al sistema de electricidad como también lo hace utilizar la geografía y orografía del terreno para transitar de la manera más eficaz en cuanto al uso o ahorro de energía.