¿Estás pensando en cambiar de coche pero tienes muchas dudas? ¿Cuáles son los costes de un coche eléctrico en comparación con uno de combustión? Seguro que en los últimos meses no dejas de pensar en coches eléctricos pero, ¿existe mucha diferencia entre conducir un coche eléctrico o uno de combustión?

Aunque en un primer momento los coches eléctricos llegaron ofreciendo un tipo de alimentación más asequible, lo cierto es que el actual precio de la luz, no facilita que este objetivo se lleve a cabo. ¿Realizar una recarga de un coche eléctrico es comparable a llenar un depósito de combustible? ¡Te lo contamos!

Coche eléctrico o coche de combustión, esa es la cuestión

El precio de los coches eléctricos es más alto que el de los coches de combustión, incluso aunque se trate del mismo modelo y con el mismo equipamiento. Desde la implantación de los coches eléctricos se ha querido extender la idea de que con un coche eléctrico el ahorro se produce a largo plazo. Es decir, la inversión inicial se compensará con el paso del tiempo. Si bien es cierto que con el paso de los meses, están llegando a los concesionarios nuevos modelos que ofrecen una mayor autonomía y una mayor capacidad de batería con el objetivo de eliminar la ansiedad de los conductores por la autonomía.

Así mismo, los usuarios de coches eléctricos siguen necesitando una infraestructura de recarga óptima. ¿Qué compensa más un coche eléctrico o uno de combustión? Recuerda que hay que tener en cuenta parámetros como los mantenimientos, los seguros, los impuestos, el combustible e incluso la depreciación.

Para que te hagas una idea, la compra de un coche eléctrico supone un incremento de un 10% en la factura mensual de energía, mientras que con un coche de combustión el gasto ascendería hasta el 23%. Así mismo, el coche eléctrico tiene un tipo impositivo menor pero tiene una depreciación mucho más rápida. En líneas generales, los costes de mantenimiento de un coche eléctrico son más reducidos comparados con un coche de combustión, pero todo dependerá del uso que se le de al vehículo, el tamaño e incluso la carga.

Por ejemplo, si eres de los usuarios que prefieren las berlinas medias premium, pagarías unos 936 euros de media si se tratase de un modelo eléctrico pero ascendería hasta casi los 1.100 euros si se trata de un modelo híbrido enchufable, diésel o incluso gasolina. Si por el contrario optas por un modelo compacto, el precio medio sería de unos 800 euros si es un eléctrico y entre los 700 y 900 si es de combustión.